· Publicado en Monográfico FAMSI frente al COVID 19

Coordinación y unidad entre los agentes de la cooperación española ante el COVID19

Coordinación y unidad entre los agentes de la cooperación española ante el COVID19

Los agentes de la cooperación descentralizada, de la cooperación local y regional, no gubernamental y redes, intensifican contactos ante el previsible impacto que la enfermedad tendrá en contextos mucho más débiles que los del norte. Esta semana, todos los agentes hemos respondido a la convocatoria del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación

Las dimensiones del impacto de la enfermedad en países empobrecidos e incluso de renta media, pueden ser demoledoras, a tenor de las consecuencias que estamos contemplando en nuestro entorno, donde el COVID 19 está poniendo a prueba sistemas económicos y sociales. Sistemas que, pese a ser universales, como en España, o poseer mecanismos de compensación para quienes no acceden a ellos, estamos contemplando cómo se tambalean, poniendo a prueba la capacidad de respuesta, y llevando al límite la capacidad de reacción de los recursos humanos especializados, a lo que se suma el vaticinio de un descalabro económico que amenaza con agrandar la brecha social por la diferente capacidad de acceso a los recursos básicos.

Comunidades Autónomas, las Ciudades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Confederación de Fondos de Cooperación y Solidaridad (Confocos) se han reunido para intercambiar perspectivas acerca de la situación y compartir la necesaria respuesta al impacto de la crisis en los países en desarrollo. Territorios en los que no cabe pensar en la capacidad de atención a una crisis sanitaria similar a la que estamos contemplando en nuestro entorno, y mucho menos, en planes especiales, mecanismos de refuerzo, medidas económicas de apoyo o instrumentos similares para amortiguar las consecuencias. 
 
Los responsables de la cooperación han coincidido en que esta situación de crisis no distingue fronteras, y en las graves consecuencias que esta situación tendrá sobre las personas en los países más débiles, desde la primera consecuencia en pérdidas humanas hasta el posterior impacto sobre el agravamiento de la pobreza y las desigualdades.

La respuesta ha sido unánime: ante esta situación, la respuesta unánime, decidida y sin excepciones es imprescindible. Desde el convencimiento de que la recuperación debe ser mundial, los agentes han reiterado la necesidad de insistir en el mensaje de solidaridad e interdependencia. 

Los/as responsables de cooperación han acordado trabajar de forma conjunta en una Estrategia de respuesta articulada de todas las Administraciones del Estado a la situación de crisis del COVID-19, con el objetivo de mitigar su impacto en los países, personas y comunidades con los que cooperan.

La cooperación de los gobiernos locales ante la crisis no va a cesar. Más allá de la atención actual a las necesidades de la ciudadanía, las redes municipales están desarrollando una tarea de acción, movilización y reflexión ante la crisis que pretende concluir en acciones y propuestas que tiendan a la respuesta que la crisis tendrá en los territorios locales, atendiendo a las diferencias geográficas, sociales y económicas. Esta red mundial a la que pertenece el FAMSI tiene su agente más relevante en la organización Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, CGLU, y en el territorio nacional, en la Confederación de Fondos de Cooperación, delineando, en la actualidad, las líneas de trabajo que se pueden ver reforzadas para atender a la nueva coyuntura.

En el ámbito andaluz, el FAMSI, activo en CGLU y CONFOCOS, está llevando a cabo la revisión de todas las acciones previstas para reorientar el trabajo a la realidad que se presenta en el contexto más cercano y en el exterior, desde la idea del necesario fortalecimiento de las estructuras municipales que de nuevo están afrontando la demanda masiva de servicios públicos por parte de la ciudadanía, y que, en otros contextos, se pueden ver seriamente afectada por la crisis. Formación, capacitación, comunicación, información, son las primeras propuestas en las que ya se trabaja para relanzar el trabajo, adaptándolo a las posibilidades que permitirá la progresiva vuelta a la rutina.