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Decálogo de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos para la era post COVID-19

Decálogo de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos para la era post COVID-19

Una oportunidad de tomar responsabilidad ante las generaciones futuras. Los esfuerzos de nuestras comunidades no pueden pasar desapercibidos. Por eso, nos hacemos eco del Decálogo de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos ante el COVID-19, pensando en el futuro que construimos. 'Nosotros, los líderes de los gobiernos locales y regionales de todo el mundo, miramos hacia adelante, bien conscientes de que nuestras ciudades, pueblos y territorios nunca serán los mismos después de esta crisis'. Sigue leyendo... 

Reproducimos aquí el documento aprobado por CGLU, en línea con la intensa actividad de debate y reflexión desplegada desde que se desencadenó la pandemia del COVID 19. 

En un contexto de desafíos sin precedentes y universales, nosotros los gobiernos locales y regionales de todo el mundo, estamos a la vanguardia de los esfuerzos para superar estos tiempos de prueba como aliados de otras esferas de gobierno, de la comunidad científica y como actores globales con un importante poder de transformación y de convocatoria.

Esta pandemia ha revestido la importancia de nuestro papel en la sensibilización del público y en el mantenimiento de la funcionalidad de la provisión de los servicios públicos, y ha requerido el rápido desarrollo de servicios nuevos y adaptados para apoyar las medidas sanitarias, al tiempo que se garantiza la protección de los funcionarios públicos locales que las facilitan.

Además, estamos haciendo esfuerzos especiales para apoyar a las poblaciones más vulnerables en nuestras ciudades y pueblos, estamos fomentando la solidaridad entre territorios y poniendo en marcha medidas contra la discriminación, la exclusión y abordando las desigualdades.

La solidaridad se ha convertido en un garante de seguridad, y debería guiar las transformaciones que necesitamos. Los gobiernos locales y regionales han demostrado su capacidad para actuar como promotores y guardianes de esta solidaridad tanto a nivel nacional como internacional.

Los sacrificios de nuestras comunidades no pueden pasar desapercibidos

A medida que avanzamos en la solución de los problemas de salud, que ahora mismo merecen toda nuestra atención, debemos también centrarnos en cómo evitar que se produzca una transformación de una crisis sanitaria en una crisis social mundial. Nosotros, los líderes de los gobiernos locales y regionales de todo el mundo, miramos hacia adelante, bien conscientes de que nuestras ciudades, pueblos y territorios nunca serán los mismos tras esta crisis.

Esta crisis desafía muchos de nuestros modelos y pone en evidencia las numerosas deficiencias de las que ya éramos conscientes, como la falta de recursos para la prestación de servicios públicos y, en particular, la salud de nuestra ciudadanía; las dificultades para acceder a la vivienda; la necesidad de reducir la brecha digital especialmente en la educación y para facilitar el teletrabajo; la urgencia de asegurar vivienda adecuada y el acceso a los servicios básicos de las poblaciones vulnerables así como de asegurar sus medios de vida.

Esta crisis ha golpeado con mayor fuerza a las poblaciones más vulnerables e invisibles; los migrantes, en particular, pero también las personas que viven y trabajan en entornos informales (en particular las mujeres), están experimentando una fragilidad añadida más allá de la propia pandemia.

Hemos estado fomentando el aprendizaje colectivo desde el principio de esta pandemia, y seguiremos haciéndolo, formulando las preguntas que invitan a la reflexión y que deberán guiar nuestras acciones tanto en el período inmediatamente posterior como más allá de la fase inicial de recuperación posterior a la pandemia COVID-19. Nosotros, los gobiernos locales y regionales, seguiremos trabajando incansablemente, aprendiendo y apoyándonos mutuamente como un sistema mundial de ciudades, gobiernos locales y regiones para dirigir el debate con las comunidades sobre cómo se configurará nuestro futuro.

Los ODS, el marco para la transformación

Los sacrificios que se están haciendo tendrán consecuencias en las generaciones futuras, y la deuda y las inversiones deben ir acompañadas de planes sólidos para un futuro sostenible. Los principios del Local 2030 y los ODS siguen siendo, ahora más que nunca, una referencia válida para enmarcar las medidas de transformación que se están implementando.

Somos conscientes de que el único camino a seguir es a través de la co-creación, con nuestras comunidades, y con la plena colaboración entre las diferentes esferas de gobierno.

Convencidos de que es necesario un sólido sistema de gobernanza multilateral que pueda guiar los pasos en esas realidades interconectadas, presentamos un conjunto de medidas para las secuelas.

Accede aquí al Decálogo para la era post-COVID-19

 

 

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