Entre el 25 de agosto y el 10 de septiembre de 2008 Cuba y Haití sufrieron el impacto directo o indirecto de los huracanes Gustav e Ike y de las tormentas tropicales Fay y Hanna. Sus efectos se cobraron 425 víctimas mortales, causaron graves daños en viviendas, centros educativos, carreteras, redes eléctricas, de telecomunicaciones y de abastecimiento de agua y afectaron a los cultivos en el período central de crecimiento de las cosechas. El 12 de enero de 2010 la tragedia asoló nuevamente uno de los países más desfavorecidos del planeta y el más empobrecido del continente americano.

Ante esta situación y por la relación que tradicionalmente se mantiene desde la Cooperación Descentralizada Andaluza con América Latina, el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI) puso en marcha la Campaña “Andalucía Solidaria con Cuba y Haití”, con el objetivo de colaborar en la mitigación de los daños provocados en ambos países.